miércoles, 4 de diciembre de 2019

El origen de las Comunidades autónomas en España

En esta entrada hablaremos del origen de la división del Estado español en Comunidades Autónomas  y los inconvenientes que puede llegar a tener esta división.

España como sabemos fue dividida en diecisiete Comunidades Autónomas en 1981 debido a la aprobación de los pactos autonómicos por los partidos gobernantes de aquella época, UCD y PSOE. Sin embargo ya en 1977, con Adolfo Suárez de presidente surgen las preautonomías, fórmulas provisionales con el fin de institucionalizar estas regiones hasta la llegada de la Constitución de 1978 cuyo artículo II, define a España como una patria común e indivisible de todos los españoles, que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, y la solidaridad entre todas ellas. 

El objetivo inicial por el que se optó a esta división fue darle importancia y competencia a cada una de estas regiones que durante el franquismo habían tenido duras imposiciones, como el País Vasco o Cataluña, a las que se les prohibió el uso de su lengua y la difusión de su cultura. Sin embargo podemos observar actualmente el abuso de este grado de autonomía que en un principio se les dio a las Comunidades Autónomas, sobre todo el de Cataluña que ha llegado incluso  a tener la "capacidad" para pedir la independencia. 


Las Comunidades Autónomas han sido tema de debate durante los años más recientes debido a los problemas políticos, ideológicos y económicos que estas pueden llegar a generar. En primer lugar, la existencia de comunidades provoca desigualdad, debido a que las ayudas y financiaciones autonómicas que reciben no son iguales para unas que para otras, creando así focos centralistas en Madrid y Barcelona. 

En segundo lugar, las Comunidades Autónomas suponen un gasto económico y político innecesario, y cantidad de cargos políticos (concejales, presidentes...) son requeridos, lo que supone que el coste de funcionamiento de las comunidades sea enorme . 

Y por último el empleo, según economistas como el catedrático Roberto Centeno, cada nuevo empleo público no productivo destruye 2´8 empleos privados, debido a que se necesitan más impuestos para mantenerlos. 




En resumen, el dinero invertido en esta estructuración del estado, impide la dedicación de ese dinero a otros problemas que tiene España como la mejora de la sanidad y la creación de empleo, y crea desigualdades y enfrentamientos entre los españoles generando así
la destrucción de España. Por lo tanto como solución debemos de mejorar el sistema empleado con el objetivo de reducir el gasto y las desigualdades entre comunidades.

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